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La peor resaca de la industria alcoholera

Tras la pandemia, el sector intenta El año pasado, los efectos que le dejaron los meses de confinamiento y semanas de restricción de movilidad de personas y operación de locales (había ocasiones en que tenían que abrir    a las 14:00 y cerrar a las 20:00) no los ve con mucho desdén pues fue una crisis, reconoce, que también le permitió encontrar nuevas oportunidades para crecer. Fue el momento de tocar puertas e ingresar a perchas de supermercados como las de Supermaxi y de hacer alianzas con restaurantes para ganar espacios. Adicional a ello nació    el    Club Beerman (un plan de suscripción mensual de $ 15 que a cambio ofrece bebidas con descuentos), otra de las vías que sigue impulsando para promover un consumo    masivo. En siete meses, ya suman 80 socios. A finales de año esperan  llegar a los 500.

Aunque la reactivación avanza lentamente, al ritmo en que crece el número de    vacunados,    a este sector lo embarga el entusiasmo. Si la pandemia afectó las ventas e interrumpió proyectos, todos coinciden en que ya es hora de retomarlos. “El 2020 fue malo por las restricciones, no porque la gente no haya querido consumir nuestros productos. Ahora lo que tenemos que hacer es recuperar el tiempo perdido”, dice Antonella Farina, jefa de mercadeo de Destilsursa (productor de Gin Crespo), el departamento que tuvo que surgir en plena pandemia como estrategia para seguir conectados al cliente. Tenían la necesidad de no desaparecer de la retina del consumidor. Fue así cómo nació su tienda en línea y su presencia en redes, que hoy son una plataforma para anunciar lo que viene.

“Preparamos tres nuevos lanzamientos de la marca. Entre ellos, está un gin que se llama Luna Rosa, hecho a base de fresas y rosas ecuatorianas, otro gin añejado en barricas y otro que será nuestro caballito de batallas: hablamos de un gin que será más barato y que se direccionará a un target más bajo”. La clave, dice, es trascender de la oferta premium y permitir que más personas puedan experimentar la bebida.

Pese a todo, “nuestros socios no se han desmotivado porque saben que hay un compromiso de la marca y una inversión detrás y que, sobre todo, demanda hay”, añade Iván Ribadeneira, gerente del área comercial de esta industria.

La pandemia originada por coronavirus también suspendió los    proyectos que muchos emprendedores tenían, ya sea planes orientados a consolidar su sostenibilidad en el tiempo o las negociaciones para cruzar fronteras o expandirse fuera de ellas. Ese fue el caso de Gin Crespo, pues en los meses más críticos de pandemia, no solo vio afectada su meta de exportaciones del año pasado (vendieron 1 de tres contenedores programados), sino que tuvo que aplazar el lanzamiento de su producto en España. Ahora que las restricciones de movilidad son más flexibles y todo de a poco vuelve a la normalidad, se ha retomado la negociación para ingresar a varios países. Llegan a 16 naciones, pero están por ingresar a India, Colombia y Chile. Beerman, productora de cerveza artesanal, también tiene entre sus planes de recuperación pisar por primera vez el mercado extranjero. Para el último trimestre del año espera estar en EE. UU., Chile, Panamá e Italia.

Fuente: https://www.expreso.ec/actualidad/economia/peor-resaca-industria-alcoholera-106776.html